Interesante entrevista del Daily Mail sobre Jürgen Klopp como entrenador del Liverpool, donde dice que está enamorado de la ciudad que considera como su hogar y que no puede controlar sus emociones en el banquillo.
El entrenador alemán tiene varias frases célebres y una de ellas es aquella en la que hablaba del estilo de juego del equipo de Wenger y de su ex-equipo el Borussia Dortmund, quienes los comparaban respectivamente con la música clásica y el heavy metal. Mucha gente dice que "The Normal One" es un fan del heavy metal, pero según él no lo es y que le gustaba Kiss cuando era joven. Otro regalo que hay presente en el despacho de Klopp, además de un CD de Metallica, es un mapa de Gran Bretaña donde se muestra todos los equipos en Premier League. Klopp opina que Bournemouth le pareció un lugar estupendo y está sorprendido por la cantidad de equipos que hay en la ciudad de Londres.
"En Inglaterra hay estadios en medio de la ciudad. Cada parte de la ciudad tiene un club de la Premier League. Todos sobreviven, todos existen con suficiente dinero y eso es bueno. No tenemos eso en Alemania. Si tuviésemos un estadio en la ciudad, la gente te diría que bajes el sonido un lunes por la noche. Estar en Inglaterra es algo genial, pero no puedes imaginártelo hasta que lo vives. Crystal Palace tiene el vestidor más pequeño. Incluso hay un pilar en el centro del vestuario que si te paras en un punto no puedes ver a tus jugadores".
Klopp se ha caracterizado por ser uno de los entrenadores más expresivos y efusivos en los banquillos. Su gesticulación llega a un punto tal que el Liverpool Echo le dedicó un artículo que recogía sus 26 expresiones más llamativas. La más memorable, una con una amplia sonrisa al mismo tiempo que tenía una mirada demente. Una demostración de manía e ira que él mismo asegura que es totalmente involuntaria. Pero, a pesar de su locura en los banquillos, Klopp es un hombre inteligente y calculador que sabe cómo resolver los problemas de un club de fútbol, y el Liverpool tiene unos cuantos de estos. Los Reds no han ganado el título de Liga en los últimos 26 años y el panorama luce mal con las dos amenazas descomunales que se asoman en Manchester, y también algunas desde Londres. El Liverpool gastó menos que cualquiera de sus rivales en fichajes este verano e incluso quedó en saldo positivo si se mira el balance neto.
Jürgen Klopp se enamoró del Liverpool empezando por el color, luego el estadio y después la gente que hay en el club. Él no es el tipo de persona que llega y dice que tú estás despedido, le gusta dar muchas oportunidades ya que todos somos seres humanos y si fuese juzgado en su primer error ya no estaría en Anfield. Klopp sintió fe y es así como él cree que es como la vida debe ser. En el fútbol todos están bajo una enorme presión y tratan de mantenerse a salvo. El entrenador alemán es consciente de la presión, pero no la siente, ya que nunca tomaría una decisión por como luce en el exterior para salvarse. Hay muchos competidores y muy duros en la Premier League, pero no importa quién fue el mejor equipo del mundo el año pasado, ya que lo que verdaderamente importa es quién será el mejor equipo del próximo año. Siempre y cuando el Liverpool esté en la carrera por el título de Liga, las oportunidades no desaparecerán. Klopp no tiene celos de nadie, ya que nunca lo ha estado, porque ama el fútbol que es un juego de equipo donde hay confianza, fe y unión.
"No puedo marcar goles ni hacer atajadas. No digo que sea el mejor entrenador del mundo tampoco. Pero soy bastante bueno, y soy de esos entrenadores que le importa mucho la estructura. No duermo mucho. Estamos en un momento en el que el club necesita consistencia en este puesto. Necesitan a la persona correcta y yo soy la persona correcta".
Para Klopp, no somos marionetas, no podemos ser desechados cada día porque si solo cambias el personal sin solucionar el problema, entonces la próxima persona tendrá los mismos problemas. Trabajar en soluciones para el futuro es lo que Klopp trata de hacer en el club. La atmósfera que hay alrededor del Liverpool es como el fútbol debería ser para él, pero con tanta emoción siempre habrá impaciencia. Klopp piensa que no puede controlar las expectativas, la gente tiene permitido soñar. Si realmente el aficionado Red ama a este club será entonces cuando ha de tener fe en los métodos del entrenador alemán.
"No digo que no hubiese otras opciones. El Liverpool hubiese encontrado a alguien más y yo hubiese encontrado otro trabajo, quizás un trabajo más fácil. Pero me gustaba este club antes de llegar a aquí. No fue una decisión difícil. Era el único club que pudo haber terminado mis vacaciones. Tenía suficientes ofertas, pero yo no aceptaba ninguna y luego llegó el Liverpool. Y sé cómo suena y lo que la gente dirá, pero me enamoré. Es como si fuese de mi círculo personal, mi familia y mis amigos. Sentí que el Liverpool era ambas, familia y amigos".
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